Tras unos días en la ciudad de Bruselas donde disfrutamos de la hospitalidad de Bakartxo, Fred y Greg en su casa de Sant Gilles. Un barrio muy animado y con una gran actividad artística y cultural. Paseamos por sus calles, visitamos diversos centros culturales y galerías de arte. Ahora ya nos encontramos en Houffalize, un pequeño pueblo en Les Ardennes en el sur de Bélgica y que fue completamente arrasado por los bombardeos durante la segunda guerra mundial. Nos alojamos en casa de Sarah y su hijo Giovann, amigos que conocimos en la manifestación del 15 de Octubre en Bruselas. Sarah es una credora excepcional en diferentes técnicas. Realiza unos preciosos muebles con material reciclado realmente sorprendentes por su belleza y originalidad en las formas, también acaba de terminar un cuento ilustrado para niños muy bonito”Camomille” entre otras cosas.
Nos ha cedido su hospitalidad y estamos disfrutando de unos días entre la naturaleza con mucha tranquilidad después del ajetreo de la ciudad. Ayer dimos un paseo por un bosque cercano, que por cierto, todavía se podían ver los agujeros que dejaron las bombas de los aviones nazis. Un bosque lleno de abetos, robles, avellanos y con un pequeño río donde los castores realizan sus presas con los árboles que muerden con sus afilados dientes. La noche anterior fue fría y las zonas sombrías estaban llenas de hielo y escarcha. Realizamos éstas fotos de pequeños detalles que nos brinda el otoño. Un pequeño fuego donde asamos unos muslos de pollo y unas botellas de cerveza Lupulus, extarordinaria por cierto, alimentaron un día lleno de vida y naturaleza.